Nuevamente la ‘verdeamarela' intimidó a nuestros seleccionados. Brasil ganó el partido desde la salida a la cancha. El miedo al nombre en su máxima expresión.
Este Brasil, uno de los peores que he visto, nos perdonó. Fácilmente hubo un 75% de posesión de los sudamericanos. La mala puntería contribuyó a un barato 2-0 en contra.
Sin embargo, a pesar del baile, hubo aprendizaje. El equipo panameño fue exigido por la velocidad mental y física de los brasileños, además de su juego con y sin balón.
Penedo, Miller, Baloy, Cummings y Machado fueron desnudados tácticamente, pero a su vez recibieron el mejor entrenamiento de marcaje al hombre, zonal y mixto.
El mediocampo preocupa más. No generaron jugadas de peligros, flojos en ayudas permanentes, amplitud y profundidad. Quizás el 1-4-4-1-1 no era el dibujo adecuado.
Ganchito para los 45 minutos de Buitrago y el atrevimiento de Camargo. Amilcar quitó, pero entregó mal, mientras que 'Gavilán' sufrió con la dinámica rival.
Arriba muy poco. A Tejada y a Blas no se le puede exigir con el poco acompañamiento, en especial de Cooper. El colonense tuvo un partido para el olvido.
Hay que replantear ante Bolivia. El 1-4-1-4-1 regresaría, jugar con 4 centrales ha funcionado y el factor Gaby Torres ayudaría a 'Bolillo' a dar una buena imagen en la Centenario.