LUCHA
Los indígenas de Ngäbe Buglé se emberracaron y advierten al Gobierno que si no se sientan a dialogar con las autoridades comarcales por cancelar el proyecto Barro Blanco, la lucha será masiva y en las calles.
La guerra en contra de este proyecto, esta vez fue declarada por los caciques y autoridades de la Coordinadora Nacional de Pueblos Indígenas de Panamá (Conapip). Estos exigen a las autoridades respetar lo pactado con el pueblo Ngäbe, en que se comprometían a no inundar el embalse hasta lograr un acuerdo final entre las partes en conflictos.
El presidente de esta coordinadora, Marcelo Guerra informó que en una semana sino reciben respuesta de las autoridades, harán el llamado a otros pueblos indígenas (Guna, Emberá, Bribi y Naso) que solo están esperando el aviso para volcarse a las calles.
‘Los nueve congresos de Conapip están en alerta, esperando una solución rápida y de no darse, estaremos anunciando las acciones de fuerza', dijo.
Los indígenas le hicieron un llamado al presidente Juan Carlos Varela, que recuerde lo que sucedió en el 2011 y 2012. ‘Somos un pueblo aguerrido que sabe cómo luchar', dijo Yanel Venado.
Advirtió al presidente que sino hay respuestas ‘que se preparen de aquí a delante porque ellos nunca han luchado solos'.
El diputado de la Comarca Ngäbe y presidente del Congreso Indígena, Ausencio Palacio indicó que el llenando del embalse de la hidroeléctrica, el pasado lunes, se dio de manera negligente y sin pensar, que afectaron a cuatro comunidades.
‘El Gobierno está provocando; el pueblo Ngäbe no tiene armas pero ha aprendido a luchar sin importar a que lo maten', aseguró.
Manifestó que las autoridades están colmando la paciencia de los indígenas.
Ayer, un grupo de indígenas cerraron en la entrada de Viguí. Estos denunciaron abuso policial. Mientras que un grupo protestó ante las oficinas de la ONU, ubicadas en la Ciudad del Saber.
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Llenado del embalse, según el Gobierno fue una decisión técnica y es de prueba