Hola, Rosa. Mi compañera me pide que le cuente mis fantasías sexuales. Hay algunas que solo deseo guardarlas para mí. ¿Qué debo hacer?
Esta afirmación encie rra una gran verdad de la humanidad: hay cosas que no se desea compartir ni siquiera con la persona a quien se ama y a quien se eligió para compartir la vida, y entre esas cosas pueden estar ‘algunas' fantasías sexuales. Esto es absolutamente normal y respetable, nadie debe acceder a nada que no desea hacer, cuando de la sexualidad se trata. El entendimiento sexual y afectivo de una pareja es algo que lleva tiempo y entrega de ambas partes; a medida que se profundiza la relación aparecen los deseos de compartir cada vez más los secretos y la intimidad. No obstante, es absolutamente normal que algunas fantasías sexuales se quieran reservar para uno mismo, ya sea por vergüenza o, simplemente, por el placer de no revelarlas. No hay problema con eso, siempre y cuando siga siendo una fantasía.