TENIS
Tenía que ser en Montecarlo. Allí, donde Rafa Nadal mordió el trofeo de su primer Masters 1.000 en 2005 con 18 años, jugará hoy la final después de tumbar a Andy Murray por 2-6, 6-4 y 6-2.
Su rival será Gael Monfils (12-2 en el cara a cara para el español), que pasó por encima de Jo-Wilfried Tsonga: 6-1 y 6-3.
En un partido en el que supo remar para remontar el set inicial que se adjudicó un arrollador Murray, Nadal firmó una victoria para reengancharse al circuito.
Para imponer un respeto que se le ha ido perdiendo. Sin Novak Djokovic (KO en su debut) ni Roger Federer (perdió en cuartos), el número cinco del mundo consiguió derrotar al cuatro (Wawrinka) el viernes y al dos ayer.
Nadal lleva sin ganar un título desde el 2 de agosto del año pasado en Hamburgo, y un Masters 1.000 desde mayo del 2014 en Madrid.
En su santuario hasta 2012, donde encadenó ocho victorias, Nadal volvió a ser reconocible en tierra.
En la emoción, en la pelea y en el juego.