Quantcast
Channel: Lo último
Viewing all articles
Browse latest Browse all 56669

¡Ataja penales al mar!

$
0
0

EJEMPLO

En el mar la vida es más sabrosa (al menos eso dice la canción), pero del dicho al hecho hay mucho trecho de diferencia.

José Coba es el arquero del equipo Promesas de Dios, un grupo de muchachos que, sin tener nada ni recibir paga, ha dejado en alto el nombre de su pueblo, Puerto Caimito, al conseguir buenos resultados en la Copa Cable Onda Satelital.

LEYENDA

42

Mariano Rivera es uno de los dos patrocinadores que tiene Promesas de Dios

‘El fútbol es más bonito', dijo José Coba, al compararlo con la pesca, que es su modo de vida, su responsabilidad principal para poder generar ingresos para él y su familia, incluyendo a su pequeña Sugey del Carmen.

‘En el mar el clima se pone feo, el viento frío y mal tiempo nos obligan a refugiarnos en los manglares, a meternos en los ríos para poder salir adelante; en el fútbol, mi clima cambia, cuando entro a una cancha, me divierto, me relajo, salgo a defender el arco y soy una voz de aliento para mis compañeros', dijo.

Durante una tarde normal en Puerto Caimito, mientras el sol calentaba las pangas, en medio del sonido de aves estaba Coba José preparaba su trasmallo de pesca para camarones, tras ser levantada la veda.

Al terminar se calza sus guayos y su humilde indumentaria refleja la realidad de un equipo con pocos recursos, pero en el que el amor, la pasión y el empeño van primero.

‘No tenemos nada", dijo el atajapenales. "Yo no tengo ni jugador favorito, yo salgo a defender mi arco y solo quiero ser el ejemplo de tantos niños que hay aquí en Puerto Caimito', sostuvo.

Los jugadores de Promesas de Dios no cobran, arriesgan todo siempre y –como dice Coba– no les importa ganar, sino ‘jugar duro, quedar bien, demostrar que pueden luchar contra los gigantes del fútbol panameño'.

Coba tiene prevista una cita con el mar, un viaje a eso de las 4:00 p. m., saliendo de su natal Puerto Caimito con un solo destino: atrapar tantos camarones como le sea posible por el bien de su familia.

EL ESCUDO SIMBOLIZA LA UNIÓN Y FUERZA DE LOS JUGADORES, ‘LA PALABRA TRAE EL ESPÍRITU' Y LA HUMILDAD DE UN EQUIPO QUE SOLO TIENE A DIOS.

 

Pero también tiene otro compromiso en el que no deja de pensar: el partido del próximo miércoles 19 de octubre en el ‘Muquita' Sánchez, cuando él y las Promesas de Dios encaren al SD Panamá Oeste.

‘Trato de dedicarle el tiempo que pueda al fútbol, pero sé que tengo responsabilidades y debo buscarla en el mar', agregó el guardameta de 24 años de edad.

Tras un gran partido ante el CAI (equipo que dirige Jorge Luis Dely Valdés), el atajapenales del mar sabe que el fútbol es muy bonito y lo lleva consigo dentro del corazón.

‘No tenemos nada, pero tenemos a Dios con nosotros y eso es suficiente', dijo.

Esfuerzo

Promesas de Dios entrena sin indumentaria deportiva y no cuenta con una cancha para entrenar, pero todos sus jugadores (en su mayoría pescadores) tienen ilusiones aunque carezcan de balones. Tampoco cobran y no reciben refrigerios durante los partidos ni al final.

Avanzan solos contra todos, agarrados de la mano de Dios.


Viewing all articles
Browse latest Browse all 56669

Trending Articles