QUEJA
En el residencial Arco Iris (área revertida) hay un promedio de 214 familias, que llevan décadas tratando de obtener su título de propiedad, a pesar de que la mayoría ha cumplido con la cuota para la compra.
Ubicada a las afueras del casco de Colón, perteneciente al corregimiento de Cristóbal, Rainbow City (como se llamaba en la época de la ocupación militar norteamericana), es hoy habitada por los descendientes.
‘Nunca nos quisieron vender las casas realmente; en todos los decretos hay una obstrucción para que la gente vieja no pudiera comprar', dijo la educadora Josefa Barrios, quien heredó la casa de su madre.
Arco Iris es uno de los cinco residenciales que están situados en las áreas revertidas.
Explicó además que quienes ocupaban el residencial en el año 1979 ya fallecieron. Ahora están los hijos y manifiestan que ‘parece que quieren que los nietos sigan pagando', lo que es un ‘total abuso'.
‘El plan perverso es expropiarnos, pero no se lo vamos a permitir, porque los fundadores de Arco Iris cumplieron por más de 50 años y a la fecha los herederos seguimos pagando tres y cuatro veces casa y terreno', detalló Nidia Pallares.
Denunciaron que el Gobierno –en otras palabras– les quiere vender en tres veces el valor de la vivienda sobre lo ya cancelado, pues pretende continuar cobrando.
Samuel Bennet, representante de Cristóbal, informó que solicitará al Concejo Municipal del distrito de Colón la presencia de Mario Etchelecu, ministro de vivienda para hacer una visita de campo.
‘Necesito que él (ministro) camine conmigo y vea la problemática', sostuvo el representante.