VIOLENCIA DOMÉSTICA
La tarde del jueves, Héctor Osvaldo Moreno sacó a pasear a su perro como de costumbre por las calles de su barrio. Los vecinos lo vieron tranquilo y hasta lo saludaron. A esa misma hora su hijastro José Gabriel Hernández, de 20 años, birriaba fútbol con sus amigos. Estaba feliz. En la mañana un taxista llevó a Yadira Liz Cruz, de 40 años, esposa de Héctor, a la escuela de Felipillo para buscar unos documentos.
-¿Cómo va todo?- le preguntó.
-Todo bien-le contestó ella.
Nadie presagiaba la tragedia que estaba a punto de desatarse.
Crimen
La mañana del viernes, los residentes de las 200 casas que conforman la comunidad de Altos de Santa Clara, en Pacora, amanecieron con la peor de las noticias: Héctor había asesinado a puñaladas a su esposa, a su hijastro y luego se había suicidado colgándose en el cuarto.
A las 7:00 de la mañana los vecinos escucharon una discusión, después el grito de Yadira. Luego silencio. Al rato escucharon el llanto de dos menores que estaban dentro de la vivienda.
Algo había pasado en la casa 126. Decidieron entrar. Cuando ingresaron a la vivienda vieron el cuadro desgarrador: José agonizaba en su cuarto, Yadira estaba tendida sin vida en el baño en un charco de sangre y en otro cuarto Héctor estaba guindando en el tubo de un ropero. Antes de quitarse la vida se había cortado el cuello.
Los vecinos lograron sacar a los dos hijos de la pareja , una de 16 años y otro de 5, y luego la Policía se los llevó. Los moradores se preguntaban qué había desatado la tragedia.
Celos
Según el relato de los vecinos nunca habían oído discutir a la pareja, quienes tenían más de cinco años de residir en Altos de Santa Clara y eran personas tranquilas. Héctor trabajaba como herrero en Santa Librada. Yadira era amada de casa y cuidaba a los hijos de una vecina. José estudiaba ingenieria en la universidad y le gustaba el fútbol y poco salía de su casa. Hasta estaba becado.
Aparentemente se metió en la pelea para defender a su madre y recibió las puñaladas que acabaron con su vida.
La principal sospecha de los investigadores es que los celos pudieron desatar la ira y el doble crimen y suicidio.
Vecinos comentaron que Héctor al parecer era demasiado celoso y pensaba que su esposa le estaba siendo infiel.
Consternación
‘Me da mucha tristeza lo que pasó, es muy triste', comentó una vecina viendo el levantamiento de los cadáveres.
‘Cuando ingresamos a la casa vimos a José aún con vida, al rato murió', dijo otro vecino, llorando.
‘Es una barriada muy tranquila y nos despertamos con esta fatal noticia', dijo otro vecino.
‘Esto ha sido algo impactante para nosotros, no hay tolerancia en las familias y quedan dos niños en la orfandad', Derek Pérez, costernado por la tragedia.
CASOS
En enero una mujer y su hijo fueron asesinados a puñaladas en Bella Vista
7:00
de la mañana del viernes se produjo fatal desenlace
Deben buscar ayuda
Geraldine Emiliani, psicóloga, dijo que las personas que sufren de depresión, de psicosis de celos deben buscar ayuda donde sea, ya sea en los centros de salud, la Policía, para evitar este tipo de hechos dentro del seno familiar.
Opinó que en el caso de Héctor, éste sufría de celopatía y todo lo que llevaba por dentro colapsó y causó la desgracia.