Lo que vive nuestro querido Panamá hoy día, a consecuencia de las actividades de Mossack Fonseca, nos debe llevar a plantearnos, de una vez por todas, la urgente necesidad de una Justicia que cuente con una efectiva independencia judicial, una rendición de cuentas y transparencia real y efectiva, además de nivel cero de impunidad.
Los mal llamados Panama Papers, lejos de llevarnos a los panameños a encubrir y justificar un hecho tan deshonroso y vergonzoso al que nos ha expuesto a nivel mundial, hasta ahora, la firma Mossack Fonseca, debe llevar a Panamá, como país, a liderar este tema, promoviendo la inmediata revisión de las legislaciones en esta materia, detectando los eslabones de la cadena de prevención del lavado de dinero y activos que no hayan cumplido a cabalidad con su función, y reforzando, todavía más, las medidas de control para prevenir actividades ilícitas, de las cuales Panamá quedara obligada, pero también Estados Unidos de América e Inglaterra, donde existen paraísos fiscales.
Además, Panamá debe promover la certeza del castigo, instando a las autoridades judiciales que hagan su labor investigativa, a fin de que el Estado panameño ejerciendo la acción penal, determine si Mossack Fonseca es responsable de la comisión de ilícitos, y en ese caso sea sancionado como la legislación penal panameña e internacional lo preve. (Ver Convenciones de la ONU y de la OEA Contra la Corrupción).
Panama Papers pone en conocimiento públicamente un sinnúmero de supuestos delitos cometidos por una firma de abogados. Sin embargo, sectores de la población panameña con intereses económicos y políticos muy claros, han dado diferentes interpretaciones, con el claro objetivo de confundir a muchos, bajo un sentimiento de ‘fervor patriótico', con el propósito de distraer la atención del punto central que es la vinculación que tienen sociedades anónimas constituidas por una firma de abogados -Mossack Fonseca- con presuntos actos ilícitos perpetrados en diferentes países del mundo, distanciando a los panameños del objetivo que debemos tener de lograr un Panamá decente.
Llegó la hora de convertir la crisis en una real oportunidad de recuperar la dignidad nacional, empeñada e hipotecada por la pusilanimidad de los mediocres.
Constitucionalista y catedrático universitario
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Panama Papers pone en conocimiento públicamente un sinnúmero de supuestos delitos