Tragedia. Los supervivientes del terremoto que golpeó a Ecuador hace una semana reclaman a los voluntarios más ayuda de alimentación y agua, que consideran insuficientes para atender a todas las víctimas en Manta, una de las ciudades más afectadas por el sismo.
Los comercios permanecen cerrados desde el terremoto y también continúan sin funcionar los cajeros automáticos, lo que, unido al encarecimiento de los productos (el galón de agua ha quintuplicado su valor) ha hecho que muchas familias, víctimas directas o indirectas del sismo, carezcan de recursos para alimentarse.
El principal problema es el agua potable.