ATENCIÓN
Mirándome al espejo observé alarmada que mi pelo parecía burlarse de mí: lucía indomable y tenía ese ‘qué sé yo' que me hacía parecer un león en moto.
Además, mi look capilar me tenía cansada y quería renovarme. Cuando comenté en casa que quería cortarme el pelo, todos al unísono me preguntaron: ‘¿Estás segura?'. Y sí: tengo todos estos motivos para probar una nueva versión de mí misma.
-Peinarlo lleva mucho tiempo:
Peinarme se convirtió en una tortura. El cabello se me enreda mucho, nunca queda bien y ¡necesito demasiados productos para mantenerlo en su sitio!
-No tiene forma
Solo cae sin gracia por mi espalda. Y sé que esto no debería ser así: el cabello debe potenciar nuestra personalidad, no aplastarla.
-Siempre lo llevo recogido:
Llevaba todo el santo día el cabello atado en un rodete desordenado y eso me hace ver mayor. Si a ti te pasa igual y estás siempre con el cabello atado porque tenerlo suelto no te emociona para nada, llegó el momento de cortarlo y transformar por completo tu estilo.
Este es un signo inequívoco de que debes cortar tu cabello. Siempre espero que mi pelo esté totalmente florecido y se vea ajado para ir a la peluquería. ¡Pero esta situación está a punto de cambiar!
Siempre es recomendable acudir a la peluquería cada 6 u 8 semanas para evitar que el daño sea muy grande.
Estas son las razones que le di a mi familia (y que ahora te regalo a ti) para renovar mi cabello. Los cambios siempre asustan un poco, pero ¡vale la pena arriesgarse!